Quienes atribuyen esos problemas al capitalismo - - no a la democracia - tienen mayores posibilidades de argumentación, aunque dicho razonamiento tampoco carezca de elementos refutables.
La retórica no hace más que reseñar los modos de pensar, las opiniones comunes y adquiridas, las argumentaciones asimiladas por los espectadores y oyentes.
Si después de analizar el rechazo, este se considera improcedente, se sugiere enviar una comunicación, solicitando la reconsideración con la argumentación correspondiente.