Mediante el empleo del calorímetro, los científicos han podido determinar las cantidades de energía de los combustibles del cuerpo: hidratos de carbono, grasas y proteínas.
El estudio consistió en que 212 voluntarios durmieran con un aparato llamado calorímetro, que registra el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono de la persona.