En general, las calles están sin empedrar, son desiguales sucias, llenas de restos de animales y vegetales sin canales de desagüe y, por eso, siempre llenas de fétidos cenagales...
Tenía toda la pinta de ser un conflicto tribal entre distintas facciones del país magrebí y nos estábamos metiendo en un cenagal en el que nadie nos había llamado.