Estas cimbras eran relativamente ligeras, sobretodo en comparación con las piedras que tenían que aguantar, por lo que su inestabilidad era frecuente causa de accidentes.
Las bóvedas que sostienen la cávea se hicieron vertiendo argamasa de cemento directamente sobre cimbras de madera, una innovación que aligeraba la fábrica.
Este es el cambio que cimbra a la estructura municipal, con el reto de que ahora, en las cuestiones administrativas, se deben ver los cambios inmediatamente.
Con cada golpe cimbra el continente; la piedra aguanta hasta que en algún momento se parte en cansancios, se divide y sigue peleando esa batalla por la que está allí.