Se define como el conjunto de manifestaciones fisiológicas, intelectuales, emocionales, conductuales y espirituales que se manifiestan como consecuencia de una pérdida.
Tampoco, siempre desde esta óptica, las terapias conductuales logran más que algunas mejoras, que, por sustantivas que sean, no implican la remisión completa.
El analista conductual inicia su trabajo con un análisis funcional de las contingencias conductuales que afectan el comportamiento antes de una intervención.
Como decía hace algunos días, este es un comportamiento irracional sistemático y en la misma dirección en los que la economía conductual nos puede ayudar.