Los orígenes de las ecoetiquetas se pueden encontrar en la creciente conciencia global de proteger el medio ambiente por parte de los gobiernos, las empresas y el público en general.
Para cada categoría de productos hay unos criterios ecológicos que permiten la evaluación y concesión de la ecoetiqueta, que es válida durante un periodo máximo de tres años.
La ecoetiqueta no es un instrumento de mercado impuesto, es el fabricante o el importador el que decide voluntariamente someter su producto a esta evaluación.