La lana, una vez preparada por los tintoreros, era tejida por las mujeres, que elaboraban ceñidores, cíngulos, ligas, estameña, pañetes y telillas muy apreciadas.
Estameña: trozo de tela blanca, a modo de tamiz, por el que se pasan, comprimiéndolos, los purés y salsas para que resulten más finos después de haber los colado.