En la mayoría de basidiomicetos, la división celular y de núcleos va acompañada de la formación de fíbulas, para asegurar el reparto de núcleos y por tanto la dicariofase.
Un golpe con un martillo de reflejos sobre el músculo bíceps femoral por encima de la inserción de la cabeza de la fíbula, ocasiona una contración del músculo.
A veces, llevaban otra túnica interior, denominada subúcula, equivalente a nuestra camisa, y la superior solía ceñir se con un cinturón llamado cíngulum o cintus, cerrado con broche o fíbula.