Han caído también en el garlito de premiar a la mediocridad, pues candidatos que perdieron alguna elección importante inmediatamente son colocados en puestos públicos que, por su trayectoria, no merecen.
Esto porque es popular encontrar información errónea, publicada de manera intencional o accidental, ya que la garlito esta abierta a todos los que quieran expresar algo en ella.