Fue pintor de brocha gorda, mecánico, ayudante de biblioteca, soldador, trabajador portuario, aprendiz hojalatero, peón en una fábrica de ladrillos y muchas labores más.
El oficio del hojalatero, si bien es de carácter artesanal, requiere extrema habilidad, precisión milimétrica y conocimientos; virtudes que se consiguen tras años de aprendizaje y práctica cotidiana.