En un mundo donde los países industrializados no saben dónde poner tanto dióxido de carbono, afortunadamente hay iniciativas que con medios liliputienses son capaces de presentar una alternativa de futuro.
Decenas de miles de trabajadores del mundo se concentraron en nuestro liliputiense entorno geográfico y brindaron lo mejor de sí para la construcción de esta titánica obra.