Estos incluyen la anorexia nervosa, la bulimia nervosa y los trastornos de la alimentación no especificados, los cuales incluyen el comer compulsiva y emocionalmente.
La baja auto estima por consiguiente, puede llevar a una falta de moderación perfeccionista y a un aumento de insatisfacción corporal y el riesgo de una anorexia nervosa.