Irónicamente, en todo caso, aquel desangramiento, aquella humillación racial, moral y política, y aquel ancestral saqueo económico resultó ser, a la larga, un fiasco completo.
Ante la ausencia de contingentes fuertes del ejército confederado, estas mujeres sufrieron saqueos, hambre, incendio de casas y cosechas, insultos y vejaciones.
Hechos sensibles incluidos en ella fueron totalmente ignorados; otros aspectos eran exaltados ad líbitum por los defensores de la explotación y el saqueo del mundo.