Otra famosa ley, la de las dosis infinitesimales, es aún más inverosímil, pues con ella se pone en solfa toda la teoría atómico-molecular de la materia.
De hecho hay economistas - etiquetados como heterodoxos, pero en realidad simplemente atinados y honestos - que no se cansan de poner en solfa el pensamiento dominante entre sus colegas.
Esos símbolos, sin haber sido despojados aun de ánima, sin haber sido superados (en lo de reconocer en ellos algo sagrado), valioso en sí, comienzan a ser puestos en solfa.
Algo bien pensado, amigo, no tema, para quien subsiste con letras, engorda con lecturas, nutre con palabras el protoplasma, entra en solfa después de lecturear.