Entre cumbres nevada, viñas desprovistas de hojas y el aire gélido de julio, los cálidos ambientes de los restaurantes de las casas vitícolas resultan una escapada cercana y certera.
En la geografía vitícola de calidad suelen predominar los climas templados, con un número de horas de sol al año elevado y precipitaciones normales o escasas pero bien repartidas.
Por ejemplo, un agricultor que desea contratar a un administrador de viñedo puede permitir que los candidatos usen tablas de clasificación de plagas vitícolas.