Con todo, ningún pesar, sea éste social o burocrático, justificaría que satisficiéramos su deseo de contemplar nuestro silencio frente a tanta zafiedad.
Odio, por el contrario, la escritura sucia o coyuntural que se disfraza con los hábitos de la experimentación o con la supuesta zafiedad que se atribuye a un supuesto realismo.
Donde debería haber gente de talento y probidad, nos encontramos con un nido de víboras que vive de cotillear, difamar, decir necedades, pendonear o soltar zafiedades sin cuento.